Llega Septiembre y parece, que tristes,
nos encaminamos a nuestros húmedos cuarteles de otoño. Nos volvemos
despistados, meditabundos, taciturnos, se vuelve de nuevo grande la
ciudad y caminamos por ella despacio.
Atrás empezarán a quedar los largos
días de sol, los colores de la tierra poco a poco irán cambiando,
llegarán las lluvias y con ellas tarde o temprano el frío.
Afortunadamente todo esto es
estacional, volverá la primavera, llegará de nuevo el verano.
Pero llega Septiembre y es momento de
volver a proyectos mas serios y de mirada más íntima. El final del
verano siempre me invita a la reflexión y volverme introspectivo, lo
que suele darme unos meses de muchas ideas y de cierta creatividad.
Llega Septiembre y parece que toca fin
de fiesta...
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