Preguntas que afrontamos e intentamos
dar respuesta clara a muchos de nuestros clientes:
¿Por qué se tarda tanto en dar las
fotografías? ¿Por qué esos precios?
Supongo que la accesibilidad a la
tecnología y dentro de ella a la fotografía digital, ha creado la
percepción en la gente de que esto es ya sumamente sencillo y que el
trabajo sale hecho al apretar el botón. Si bien no voy a entrar en
tópicos tipo “con esas cámaras ya...” con su recurrente
respuesta por nuestra parte de “tome usted esta guitarra, que es
muy buena, y toque algo...”.
El tiempo sigue siendo la clave en la
facturación de un trabajo. Si dedicamos X horas debemos cobrar X
euros, o al menos esa es la teoría. Detrás de todo esto se esconden
cálculos teniendo en cuenta gastos salariales (que no son pocos para
los trabajadores autónomos que somos la gran mayoría de
fotógrafos), amortización de equipos (todo se desgasta, todo queda
viejo...), transporte, comunicación... y otros tantísimos gastos
corrientes como cualquier hijo de vecino.
Pero no quiero ser ni oscuro ni frío
con este tema, finalmente todo es tiempo. Y si las cosas las quieres
hacer bien, prestarles el mimo necesario y tener respeto por lo que
haces y a quien se lo haces, el tiempo se incrementa.
Y me gustaría aclarar en este sentido
que se hace con las fotos, cual es el camino que toman estos archivos
digitales hasta tenerlos el cliente en sus manos. Hagamos un cálculo
sobre una boda tipo:
Cubre el evento durante aproximadamente
8/9 horas ( preparativos,ceremonia,reportaje,banquete y baile...),
llega a casa y haz un primer visionado de las fotografías
(aproximadamente 1500) descartando las fotos erróneas y haciendo
copias de seguridad de las válidas 2 horas mas. Seleccionar de los
mejores disparos es para mi una parte muy importante y a la que suelo
dedicar bastante tiempo ya que de esto dependerá el flujo de trabajo
posterior.
Ahora bien, ya tienes las fotos seleccionadas, por poner
un número, me he “quedado” con 200 imágenes. Y esta es la parte
mas laboriosa del trabajo y la que se desconoce en su gran mayoría:
la edición. Dedica una media de 10 minutos por imagen a obtener
colores reales, reencuadrar, enfocar, corregir desperfectos de la
piel, hacer desaparecer ese vaso en el suelo...Si las cuentas no
fallan, considerando que son 10 minutos por foto y son 200 fotos,
obtenemos 2000 minutos, que vienen siendo unas 33 horas de trabajo de
edición (ojalá!!).
Bien, tenemos las fotos listas,
visionado con los novios y selección de las mismas de cara a un
futuro álbum, después de un par de horas de deliberaciones, han
optado por quedarse con una media de 100 fotografías que irán al
álbum. Toca maquetar un álbum que sea único, como cada pareja que
se casa. Aquí es donde mas esmero y mimo hay que depositar, ya que
va a ser la parte visible del trabajo y el resultado final del mismo.
Montar un álbum con una media de 20 pliegos ( 40 páginas) puede
llevar varios días de trabajo. Enseña el resultado de la maqueta a
la pareja, recibe su aceptación, no sin antes unas variaciones
sugeridas. Manda a laboratorio y cruza los dedos para que respondan
bien y pronto.
Debido a el precio que se paga por un álbum la
exigencia de calidad y acabado debe ser máxima con los laboratorios,
es clave encontrar laboratorios serios en los cuales depositar tu
confianza.Dos semanas después recibes el álbum,
lo revisas varias veces y te citas con la pareja para finalmente
entregar el trabajo terminado.
Ha transcurrido un lapso de tiempo de
un par de meses mínimo desde que comenzaste a preparar ese trabajo,
la satisfacción del cliente es tu propia satisfacción finalmente.
¿El precio? … ahi tenéis la
explicación. Valorar mas o menos los recuerdos de un momento y el
trabajo de un profesional es otro debate mas (o menos) extenso.
Nuestras batallas son así: